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Por: Richbell Meléndez
El purgatorio es la creencia en un estado de purificación final por el cual todas las personas debemos de pasar antes de entrar al reino de los cielos, ya que recordemos que en el cielo no entrara nada manchado (Ap 21, 27) y ante Dios debemos de presentarnos en total santidad (1 Pe 1, 16) sin embargo hay personas que se oponen a esta creencia, no por lo que enseña sino por tergiversarla o por el simple hecho de que fue la Iglesia Católica quien la definió con su autoridad mediante algunos concilios como lo observa el Catecismo.
“La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador” (Catecismo de la Iglesia Católica #1031)
La Iglesia Católica no invento el purgatorio de la nada, como alegan algunos protestantes, sino que como se aprecia en el Catecismo, esta se fundamentó en textos de la Escritura que implica la existencia de un proceso de purificación de la persona. A pesar de estas referencias bíblicas muchos prefieren ignorarlo y alegar que el purgatorio no existe, sin embargo, si la persona deja sus prejuicios contra la Iglesia Católica y se decide a entender la esencia del purgatorio, podrá llegar a aceptarla por simple sentido común.
Martín Lutero es un ejemplo de esto, cuando antes de adoptar la idea del “sueño del alma” (1542) que fue el error que lo llevo a negar posteriormente la creencia en el purgatorio, escribió en 1521 lo siguiente:
“La existencia de un purgatorio nunca la he negado. Todavía sostengo que existe, como he escrito y admitido muchas veces, aunque no he encontrado manera de probarlo de manera incontrovertible a partir de las Escrituras o la razón … en fin, yo mismo he llegado a la conclusión de que hay un purgatorio, pero no puedo obligar a nadie a que llegue al mismo resultado.” (Defensa y explicación de todos los artículos (1521) en Luther's Works , 32:95.)
Se puede apreciar que cuando la persona no tiene prejuicios contra la Iglesia o ideas equivocadas, puede aceptar la existencia del purgatorio, aunque no pueda probarla a partir de las Escrituras o la razón. Pero es que, de hecho, la creencia en el purgatorio si puede probarse por las Escrituras, pero también a partir de la razón, como lo menciona el filósofo y teólogo protestante Gottfried Wilhelm Leibniz quien afirmo lo siguiente:
«Yo personalmente sostengo que un cierto castigo temporal después de esta vida es bastante razonable y probable (...) La remisión de los pecados que nos libra de los dolores del infierno en virtud de la sangre de Jesucristo no impide, sin embargo, que haya todavía algún castigo en esta vida o en la otra, y la que está en almacenar para nosotros en la otra vida que sirve para purgar las almas se llama purgatorio. La Sagrada Escritura lo insinúa, y la razón lo respalda con el argumento de que según las reglas del gobierno perfecto, que es el gobierno de Dios, no debe quedar ningún pecado completamente impune.» (Citado en Purgatory: Philosophical Dimensions - Kristof Vanhoutte, Benjamin W. McCraw. pp. 112-113)
Entonces el purgatorio se puede probar por las Escritura y por la razón, pero el protestante debe de dejar los prejuicios y no tergiversar la doctrina para poder aceptar el purgatorio. En la concepción escatológica protestante se puede concebir la doctrina del purgatorio.
LA DOCTRINA DEL PURGATORIO Y LA CONCEPCIÓN ESCATOLOGICA PROTESTANTE DE UN BAUTISTA.
El filósofo religioso protestante bautista Jerry L. Walls después de haber escrito sobre el cielo y el infierno, completo una trilogía con un libro sobre el purgatorio, titulado "Purgatory: The Logic of Total Transformation" (2011).
El mismo recibió una crítica positiva en la Universidad Católica Romana de Notre Dame Philosophical Reviews .
"Históricamente informado, filosóficamente competente y teológicamente alerta, el resultado es un libro impresionante. Su objetivo no es probar que una doctrina del purgatorio sea verdadera. Es sugerir que, en una comprensión dada del purgatorio, las Escrituras no entran en conflicto con ella, las doctrinas cristianas centrales no son inconsistentes con ella, y la gracia no es negada por ella. En cambio, la gracia se cumple a través de ella. "
La web protestante "El Siglo Cristiano" sugirió que, si los protestantes siguieran la lógica de Walls, podrían aceptar su punto de vista de un estado intermedio sin llamarlo purgatorio.
Dentro de la cristiandad temprana, él encuentra "pistas bíblicas del purgatorio" y las examina. En una encuesta de escritores cristianos, a quien llama los "Padres y Madres del Purgatorio", Walls encuentra el comienzo de la doctrina del purgatorio en sus escritos. Estas tres fuentes condujeron al "nacimiento del purgatorio" en el siglo XII. El siglo XIII vio los comienzos de la adopción del purgatorio y su adopción como doctrina en 1274.
Walls no basa su creencia en el purgatorio principalmente en las Escrituras, las Madres y Padres de la Iglesia,(autoridad doctrinal) de la iglesia católica. Más bien, su argumento básico es que, en una frase que usa a menudo, "tiene sentido".
Para Walls, el purgatorio tiene una lógica como en el título de su libro. Walls documenta el "contraste entre los modelos de satisfacción y santificación" del purgatorio. En el modelo de satisfacción, "el castigo del purgatorio" es satisfacer la justicia de Dios.
En el modelo de santificación, Wall escribe que "el Purgatorio podría ser representado ... como un régimen para recuperar la salud espiritual y volver a la forma moral".
Jerry L. Walls también menciona un punto importante que permite entender el porqué los protestantes comenzaron a rechazar la creencia en el purgatorio, en un artículo titulado “Purgatorio para todos” (2002) nos dice que si el protestantismo fuera entendido la justificación por la fe como la entendió el cristianismo anterior al protestante que como señala Alister Mcgrath solo invento un “novun teológico” respecto a la doctrina de la justificación, las objeciones contra el purgatorio serían irrelevantes.
“Algunos protestantes van tan lejos como para insistir en que el purgatorio equivale a una negación de la justificación por la fe. Sin embargo, insisto en que todo depende de lo que se entienda por justificación y por la fe . Como ha demostrado Alister McGrath, la visión tradicional era que la justificación implica en realidad hacernos justos, y que esto es lo que finalmente nos restaura a una relación amorosa con Dios. Fue una innovación protestante separar la justificación de la santificación e interpretar la primera principalmente en términos legales y forenses. Pero dado que la justificación así entendida no nos hace realmente justos, es simplemente irrelevante como objeción al purgatorio.”
Interesante comentario, el rechazo a la doctrina del purgatorio es por una tergiversación de la doctrina de la justificación por la fe, en otras palabras, gracias al “novun teológico” de la “sola fide” protestante es que el protestante comenzó a rechazar la creencia en el purgatorio. Pero aun así, si apelamos a la razón, podemos confesar lo esencial y luminosa que es la doctrina del purgatorio como lo hizo el apologista anglicano C.S. Lewis.
RECONOCIDO PROTESTANTE C.S LEWIS CONFESABA LO ESENCIAL Y LUMINOSA QUE ES LA DOCTRINA DEL PURGATORIO.
El escritor inglés Joseph Pearce en su libro “C.S. Lewis y la Iglesia católica” comenta lo siguiente respecto a la creencia de este apologista ingles, honrado por muchos protestantes y católicos como lo fue C.S. Lewis.
"Precisamente al ver la transformación y purificación del alma por la gracia de una forma tan clara y dramática, C.S Lewis acaba por entender que la doctrina del Purgatorio es no solo esencial, sino luminosa. Le dedicó bastante espacio en "Si Dios no escuchase. Cartas a Malcolm," su último libro, publicado póstumamente en 1963.
«Nuestras almas necesitan el purgatorio, ¿verdad? Se nos partiría el corazón si Dios nos dijese: “Hijo mío, es verdad que te huele el aliento y tus harapos chorrean mugre y lodo, pero somos caritativos y nadie te va a regañar ni se va a apartar de ti por eso. Entra en el cielo”. Si fuese así, responderíamos: “Con todo el respeto, Señor, y si no hay inconveniente, preferiría que me lavasen primero”. “Pero igual te duele”. “Incluso así, Señor”» [C. S. Lewis, Si Dios no escuchase. Cartas a Malcolm, Ed. Rialp, Madrid, 2008.].
Este tratamiento de la purificación del alma, como el que hace en el resto de su obra, ha provocado suspicacia en todo el espectro protestante desde los baptistas hasta los miembros de la alta Iglesia anglicana. Creer en el purgatorio está expresamente prohibido en el artículo 22 de los 39 Artículos del Book of Common Prayer anglicano. Que C. S. Lewis creyese en una doctrina católica en contradicción específica con su propia denominación ha causado lógicamente que el lector medio se pregunte por qué no fue en consecuencia católico.
Además de creer en una acción purificadora y limpiadora del alma a través de la gracia en la vida presente y futura, Lewis también se decantó por entender el efecto de la gracia en cooperación con el cuerpo y la voluntad humana más que en términos exclusivamente espirituales, como, por ejemplo, mediante la inhabitación del Espíritu Santo en el «templo» que es el cuerpo." (C.S. Lewis y la Iglesia católica. España: Editorial Palabra. p. 19)
C.S Lewis también hizo referencia a su creencia en el purgatorio en otros escritos como: "El gran divorcio" (1946), "Mero Cristianismo" (1960), "Una pena observada" (1976), "Carta a la hermana Penélope" (1963).
A pesar que reconocidos apologistas protestantes como C.S. Lewis reconociera lo esencial y luminosa que es la doctrina del purgatorio en varios de sus escritos, no faltan aquellos protestantes que tergiversando la doctrina usan como razón para rechazarla, alegar que si creemos en dicha doctrina estamos creyendo que el sacrificio de Cristo fue insuficiente o que estamos negando las doctrinas de la gracia.
LA CREENCIA EN EL PURGATORIO NO NIEGA EL SACRIFICIO DE CRISTO
Este es uno de los argumentos favoritos de los protestantes cuando quieren negar y rechazar la doctrina del purgatorio, claramente tergiversando la esencia del purgatorio y basándose en el error de la justificación por “sola fide” como la definió el protestantismo que como ya menciona Jerry L. Walls citando a Alister Mcgrath fue un “novun teologico”, sin embargo, en su libro “Purgatory: The Logic of Total Transformation” publicado en 2012 refuta dicho argumento diciendo lo siguiente:
“es simplemente irrelevante apelar a la sangre de Cristo y la expiación como base para rechazar el purgatorio, a menos que uno asuma que el objetivo del purgatorio es el castigo para satisfacer la justicia de Dios.” (Purgatory. p. 72)
Del mismo modo Tony Lane quien es profesor de teología histórica en la London School of Theology y pastor de la Iglesia Evangélica Northwood Hills, en un artículo titulado “¿Deberían los protestantes reclamar el purgatorio?” publicado en 2017 menciona lo siguiente:
“¿Qué pasa con el Purgatorio como proceso de purificación? Las doctrinas de la gracia y la suficiencia de Cristo no son necesariamente contrarias a la idea de santificación y la necesidad de purificación del pecado. Si el Purgatorio se ve como la continuación y culminación de ese proceso, entonces no es contrario a estos principios protestantes básicos.
La idea de CS Lewis del Purgatorio como un tiempo de limpieza y purificación después de la muerte es una teoría más plausible. Completa el proceso de santificación. Después de todo, si murieras y fueras al cielo hoy, ¿estarías listo para pararte frente a un Dios perfecto? Ciertamente, nuestros pecados son perdonados y somos justos ante sus ojos, pero la formación de nuestro carácter puede ser un proceso más largo. ¿Esas partes, aún sin perfeccionar, necesitarían derretirse primero en el asombroso fuego de su santo amor?”
Eso que Tony Lane llama “fuego de su santo amor” es lo que la Iglesia Católica llama “fuego purificador” como lo menciona el Catecismo de la Iglesia Católica #1031
Conclusión:
Toda persona que razone sin prejuicios la esencia del purgatorio como ese estado de purificación final que obra por la gracia de Dios, por el que toda persona debe de pasar antes de entrar al cielo a la plena presencia de Dios, sin tergiversar el concepto del mismo puede aceptar la creencia en el purgatorio o al menos su esencia. Finalmente nos dice Jerry L. Walls “el purgatorio, entendido adecuadamente, no es una alternativa a la gracia, sino que es en sí misma una expresión de gracia.” Es de este modo que católicos, ortodoxos y protestantes deben de entender la doctrina del purgatorio.
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Por: Richbell Meléndez
En esta segunda parte el diálogo se centrará en hablar de los últimos dogmas marianos proclamados por la Iglesia: la inmaculada concepción y la asunción de María a los cielos.
Evangélico: ¿Por qué ustedes los católicos creen que María fue una mujer sin pecado, lo que ustedes llaman Inmaculada Concepción? Si la biblia dice que todos pecaron (Rom 3, 23) y que hace a Dios mentiroso quien dice que no tiene pecado (1 Jn 1, 10)
Católico: Ciertamente los católicos creemos que María no tuvo pecados personales, pero la inmaculada concepción se refiere es a que ella fue preservada del pecado original por una gracia especial en atención a los méritos de Jesucristo como lo explica el Catecismo 491, aunque claro al no tener pecado original tampoco tuvo pecados personales y justamente de eso habla el texto de Rom 3, 23 y 1 Jn 1, 10 de pecado personales. Aún así no se puede tomar literalmente Rom 3 ya que la palabra “todos” no se puede tomar en sentido absoluto, porque no todos fueron privados de la gloria de Dios. Tenemos el caso de Enoc (Gn 5, 24) y Elías (2 Rey 2, 11) que fueron llevados al cielo. Además, Pablo al igual que Juan habla de pecados cometidos, no contraídos como el pecado original.
También el mismo Juan dice que quien permanece en Dios no peca (1 Jn 3, 6) mucho menos María que tuvo en su vientre al mismo Dios encarnado.
Evangélico: María no puede ser inmaculada sin pecado, porque ella misma reconoció que Dios era su salvador (Lucas 1, 47)
Católico: Claro que María reconoció a Dios como su salvador, porque lo fue. Pero Dios la salvo de forma distinta a nosotros. Un teólogo católico lo explica de esta manera: “Dios salva levantando al que cae, pero también no dejando caer.” A María la preservo del pecado original porque podría hacerlo (Jd 1, 23-24) esa es una forma de salvarla.
Evangélico: Si María fue inmaculada sin pecado, entonces sus padres también tuvieron que serlo.
Católico: No, la que fue elegida para ser la madre de Dios fue María y por eso es llamada “llena de gracia” (Lc 1, 28) y si vemos el texto en su lengua original junto a su contexto implica que María siempre estuvo llena de la gracia de Dios y el versículo 30 señala que la gracia la hallo María no sus padres. Santa Ana llevo en su vientre a María no a Dios.
Evangélico: Y en Lucas 2, 22-24 se dice que María tuvo que hacer una ofrenda para purificarse de su pecado
Católico: Con respecto a la ofrenda de María mencionada en Lc 2, 22-24 no prueba que María fuera pecadora, solo que cumplió con la ley de Lv 12, 6-7 ya que Jesús había nacido bajo la ley como lo dice Gal 4, 4. No porque ella necesitara purificarse de un pecado, sino para cumplir con la ley como también lo hizo Jesús cuando se bautizó no teniendo necesidad de ello (Mt 3, 13-15)
Evangélico: La asunción de María no aparece en la biblia. Se invento en 1950
Católico: El hecho de que algo no aparezca en la biblia de forma explícita no quiere decir que no lo haga de forma implícita. En este caso la Asunción de María se puede ver en la figura de María como la mujer de Ap 12. También podemos ver la Asunción en la tipología de María como el Arca de la Nueva Alianza considere el paralelo entre 2 Sam 6, 9 y Lc 1, 43. Ahora el Salmo 132, 8 también nos da una imagen de lo que sería la asunción de María como Arca de la Nueva Alianza ya que Ap 11, 19 está conectada con Ap 12
El mismo Martín Lutero creía que María fue asunta a los cielos.
“No cabe duda de que la Virgen María está en el cielo. Cómo ocurrió no lo sabemos.”
(Sermón, 1 de septiembre de 1522)
Mucho antes de 1950 ya el cristianismo lo creía. No se inventa en 1950, se proclama como dogma de fe.
Evangélico: En Apocalipsis 12 no se habla de María sino de Israel o la Iglesia
Católico: El texto de Apocalipsis 12 es multivalente tiene múltiples significados y uno de ellos se refiere a María madre de Dios como lo señala el versículo 5. Además, que se habla de una señal en el versículo 1 al igual que Is 7, 14.
Evangélico: Y en Juan 3, 13 se dice que nadie subió al cielo, sino que Jesucristo descendió del cielo.
Católico: Jesús lo que está diciendo es que nadie había ascendido al cielo en el momento que él dice esas palabras. No está negando que alguien haya subido al cielo por el poder de Dios (asunción) porque recordemos que Enoc y Elías fueron llevados al cielo. Así mismo María fuera asunta a los cielos. Juan usa ese texto para confirmar la divinidad de Cristo que venía del cielo no para negar la asunción de María a los cielos.
Finalmente, la Inmaculada Concepción y la Asunción de María están asociadas y no se puede entender uno sin el otro, ya que por el hecho de María ser preservada del pecado original, no sufriría la corrupción en la tumba (Gn 3, 17) y el Salm 15, 10 refiriéndose a Jesús confirma esto. Estas verdades representan el cumplimiento de las promesas de Dios, para todos los cristianos que creemos que un día todos seremos resucitados en una forma gloriosa y luego arrebatados e inmaculados para estar con Jesús para siempre (1 Tes 4, 17-18).
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Por: Jesús Urones
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-Uno de los testimonios más claros del primado de Pedro se encuentra en el capítulo 21 del evangelio de San Juan. En este capítulo observamos como el Señor pregunta 3 veces a San Pedro si le ama, y cada pregunta va contestada con un apacienta mis ovejas o apacienta mis corderos. 3 veces le preguntó porque 3 veces le negó. De esta forma fortaleció nuevamente la fe de San Pedro delante de todos los apóstoles.
-Siendo un capítulo de tan sumo interés apologético deseo estudiarlo detenidamente para poder demostrar como a Pedro se le da una función diferente a la que se da al resto de apóstoles.
1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera.
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Juan 21:1-2
Aquí en estos primeros dos versículos vemos algo interesante:
1)Estaban los apóstoles en el mar de Galilea, en las orillas del mar de Tiberíades. Recordemos en el mar de Galilea es donde encontró Jesús a Pedro y le dijo fuera pescador de hombres.(Mateo 4:18). Curiosamente es en las orillas de este mar donde nuevamente se confirmará la misión de San Pedro.
2)El versículo 2 nos indica quienes eran los discípulos del Señor que estaban allí y curiosamente el primero en ser nombrado es San Pedro sin embargo al apóstol amado no se le nombra directamente por su nombre. Esto también nos indica hacia donde va encaminado ya el capítulo , a dejar claramente establecido el primado petrino.
3 Simón Pedro les dice: "Voy a pescar." Le contestan ellos: "También nosotros vamos contigo." Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
5 Díceles Jesús: "Muchachos, ¿no tenéis pescado?" Le contestaron: "No."
6 El les dijo: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.
7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: "Es el Señor", se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Juan 21:3-7
-El impetuoso de Pedro se decide ir a pescar y curiosamente los demás dicen que van con él. Pero la mala suerte fue que no pescaron nada, así que tubo aparecerse el Señor y decirles donde tenían tirar las redes como hacía 3 años había hecho. Cuando ocurrió esto el discípulo amado le dice a Pedro que era el Señor, y la Escritura nos dice, que Pedro estaba “desnudo” y se vistió y luego se lanzó al mar. Es interesante el dato de que Pedro estaba “desnudo” quizás para muchos esto sea un dato más innecesario pero realmente este dato no tiene que pasar desapercibido ya que de nuevo este dato nos encamina a lo que más adelante pasará. En este momento Pedro se encontraba con mala consciencia por haber negado 3 veces al Señor, no se encontraba animado para realizar la tarea se le había encomendado, se encontraba desnudo espiritualmente ante el Señor, sin ser digno de él, por eso versículos después será reconfortado en su misión.
8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan.
10 Díceles Jesús: "Traed algunos de los peces que acabáis de pescar." Juan 21:8-10
Es muy interesante lo que se nos cuenta aca, realmente este capítulo rememora acontencimiéntos pasados para siempre llevarnos al mismo punto, la misión que dentro de poco el Señor encomendará a Pedro.
Si nos fijamos vemos que aca nos dice: “ ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas”. En griego la palabra usada para brasas es ἀνθρακιὰν y casualmente esta palabra solamente se usa una vez más en todo el evangelio de San Juan, donde? Aquí:
18 Los siervos y los guardias tenían unas brasas encendidas porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos calentándose. Juan 18:18
Antes de que Pedro negará 3 veces al Señor había unas brasas encendidas donde se calentaban. Antes de volver a ser confirmado por Cristo para ser Pastor universal de su rebaño, hay unas brasas encendidas también. ¿Curiosidad?....
11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
12 Jesús les dice: "Venid y comed." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres tú?", sabiendo que era el Señor.
13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.
14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Juan 21:11-14
Es curioso como en el versículo 10 Jesús les dice a todos en general que traigan los peces que acaban de coger y en el versículo 11 se nos dice que el único que fue por ellos es San Pedro. Cristo en el versículo 10 habla a todos pero en el 11 solo San Pedro realiza la acción, es decir San Pedro sirve a los demás, siendo así SIERVO DE SIERVOS y trae los peces.
Aquí el versículo 14 nos termina de narrar la preparación para lo que ha de venir, esta tercera vez que Jesús se manifestó a los discipulos será clave en la historia de la Cristiandad porque volverá a recordar a Pedro cual es su misión y para lo que le eligió.
Recordemos antes dijimos Pedro estaba desnudo espiritualmente, es decir avergonzado por haber negado al Verbo divino 3 veces. Esto le hacía sentirse mal y no capacitado para dirigir la Iglesia, no terminaba de entender porque Cristo le había dicho a él que era la roca, cuando otros como Juan habían sido más fieles al Señor que él mismo, pero el Señor le elige precisamente por eso, porque sabe que en Pedro se juntan dos cosas que todo hombre tiene, amor y pecado, y así quería fuera el líder de su Iglesia, era preciso pues confortarle y recordarle nuevamente su tarea. Y eso hará en los versículos que ahora estudiaremos.
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas. Juan 21:15-17
Estos 3 versículos son una prueba irrefutable del primado petrino. Es muy habitual que se pasen por alto o se estudien superficialmente por eso me dedicaré a hacer un estudio detallado de ellos demostrando que no queda lugar a dudas para afirmar el primado que Jesús concede a San Pedro.
Podemos destacar aca 3 cosas muy importantes:
1) El Señor primero le manda apacentar corderos y luego le manda apacentar las ovejas. Sabemos que el cordero es un animal diferente a la oveja, y solo y exclusivamente a Pedro se manda que apaciente a ambos animales.
2) El Señor usa dos veces la palabra griega apacentar “βόσκω” y luego una vez usa la palabra pastorear “ ποιμαίνω”. Dos palabras diferentes indican pues dos misiones diferentes. Además podemos establecer una relación entre apacentar y pastorear con ovejas y corderos de forma que quede más clara la misión de San Pedro.
3) 3 veces le pregunta a Pedro y tres veces le manda cuidar de su rebaño. Cada una de estas 3 veces es por cada una de las 3 negaciones que San Pedro le hizo al lado de las brasas. Públicamente debía el primer Papa afirmar su amor incondicional al Señor y ser fortalecido en su fe nuevamente para desarrollar el ministerio para el que fue elegido.
-Es bueno estudiar punto por punto para demostrar una sólida defensa del primado petrino en estos 3 versículos. Muchos hermanos separados dicen que el primado de Pedro solo se basa en Mateo 16:18 cuando olvidan este pasaje que es tan importante como el de Mateo y es preciso mostrar su matiz apologético y probar porque creemos que Pedro bíblicamente fue cabeza de todos los apóstoles.
1)OVEJAS Y CORDEROS:
-Volvamos a recordar que pone Juan 21:15-17:
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas. Juan 21:15-17
-Entonces aquí tenemos dos funciones diferentes: Apacentar corderos y apacentar ovejas. Algunos podrían pensar se trata de la misma función, más tarde veremos que no es la misma función. Ahora veamos que los corderos son animales diferentes a la ovejas. Es frecuente en la Escritura designar al pueblo de Dios por un rebaño, y en todo rebaño existen ovejas y corderos, el cordero es un animal más débil que la oveja y se entiende que es la oveja quien lo cuida.
Tenemos por ejemplo en la Sagrada Escritura algún texto que nos enseña esta idea:
Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. Isaías 40:11
Vemos como el pastor lleva en sus brazos a los corderos, es decir los trata con sumo cuidado esto es fácil de explicar: El cordero es un animal más débil que la oveja.
Ahora veamos en la Escritura como las ovejas son los apóstoles:
Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Mateo 26:31
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mateo 10:16
Tanto los que envió como los que se dispersaron cuando el pastor fue herido eran los apóstoles. Por tanto podemos concluir que los apóstoles son llamados “ovejas” algunas veces en las Escrituras.
Entendiendo esto podremos entender más fácilmente el versículo en cuestión :
*Primero Cristo manda a Pedro que apaciente a sus corderos, es decir aquellos del rebaño cuya fe es débil que acaban de entrar en el rebaño, Pedro como Pastor supremo debe cuidar de ellos y alimentarles espiritualmente con la enseñanza Cristo dejó a su Iglesia.
*Segundo Cristo manda a Pedro a que pastoreé, gobierne a las ovejas, es decir a aquellos que son cristianos cuya fe es más fuerte, cuyo conocimiento es superior al de los corderos, en tiempos de Pedro los apóstoles y presbíteros y diáconos, hoy en día los obispos y sacerdotes.
*En tercer lugar a estos mismos es necesario también alimentarles espiritualmente con la doctrina de Cristo, es por eso por tercera vez le manda a Pedro que de comida a su rebaño, esta comida no es otra que un alimento espiritual. Y hasta los más firmes en su fe necesitan este alimento, es por eso que Cristo así lo indica.
2) APACENTAR Y PASTOREAR:
-Si vemos el texto griego correspondiente a estos versículos observaremos algo muy interesante, el Señor usa dos veces (βόσκω) y una vez usa como ποιμαίνω (poimainō).
Pero lo interesante es que es con Pedro y solo con Pedro con quien se uso βόσκω con ningún otro apóstol se uso esta palabra.
Bíblicamente el verbo: רעה (râ‛âh), que fue traducido al griego como ποιμαίνω (poimainō) y βόσκω (boskō) y en nuestro idioma como “apacentar”.En Griego bosko significa dar de come, apacentar, mientras que poimaino es pastorear, son dos palabras diferentes. Βόσκω solo se usa en el NT con Pedro lo que da muestras nuevamente de su Primacia. El Espiritu Santo al inspirar el Evangelio de San Juan solamente uso esa palabra con Pedro con nadie más, la escritura es bien clara aquí.
Todos aquellos detractores del Primado de Pedro, debería pues poder explicar el cambio de Palabra y porque esta es usada unicamente con este Apostol.
Entonces APACENTAR= βόσκω se puede traducir como dar de comer, alimentar espiritualmente al rebaño del Señor, es decir Pedro era el encargado de alimentar al rebaño y el encargado de pastorearlo también= ποιμαίνω.
15 ὅτε οὖν ἠρίστησαν λέγει τῷ Σίμωνι Πέτρῳ ὁ Ἰησοῦς· Σίμων Ἰωάννου, ἀγαπᾷς με πλέον τούτων;λέγει αὐτῷ· ναί κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ· βόσκε τὰ ἀρνία μου. 16 λέγει αὐτῷ πάλιν δεύτερον· Σίμων Ἰωάννου, ἀγαπᾷς με; λέγει αὐτῷ· ναί κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ·ποίμαινε τὰ προβάτια / πρόβατά μου. 17 λέγει αὐτῷ τὸ τρίτον· Σίμων Ἰωάννου, φιλεῖς με; ἐλυπήθη ὁ Πέτρος ὅτι εἶπεν αὐτῷ τὸ τρίτον· φιλεῖς με; καὶ εἶπεν / λέγει αὐτῷ· κύριε, πάντα σὺ οἶδας, σὺγινώσκεις ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ [ὁ] Ἰησοῦς· βόσκε τὰ προβάτια / πρόβατά μου.
Juan 21:15-17
Juan 21, 15-17 "Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? El le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Díjole: Apacienta (βόσκω) mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejuelas. Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase: ¿Me amas? Y le dijo: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: Apacienta mis ovejuelas".
Este punto es muy interesante, si nos fijamos, cuando la Escritura habla del resto de los apóstoles y obispos dice que ellos son los encargados de pastorear la Iglesia de Dios:
28 "Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. Hechos 20:28
Si vamos al griego veremos que en Hechos 20:28 para pastorear se usó la palabra ποιμαίνω pero no se usa βόσκω. ¿Por qué? Sencillamente porque son misiones diferentes por eso usa una palabra y no se usa la otra.
προσέχετε ἑαυτοῖς καὶ παντὶ τῷ ποιμνίῳ ἐν ᾧ ὑμᾶς τὸ πνεῦμα τὸ ἅγιον ἔθετο ἐπισκόπους ποιμαίνειντὴν ἐκκλησίαν τοῦ θεοῦ, ἣν περιεποιήσατο διὰ τοῦ αἵματος τοῦ ἰδίου. Hechos 20:28
ποιμαίνειν(poimanein) = pastorear.
Con esto vemos como a Pedro se le dio el poder de pastorear el rebaño como se le dio al resto de los apóstoles pero curiosamente se le otorga un nuevo poder el de Alimentar al rebaño. Aquí me gustaría citar las palabras del Santo Padre Juan Pablo II en la audiencia del 10 de mayo de 1993:
La función de piedra fundamental de la Iglesia que Jesús confirió a Pedro comporta, por consiguiente, un aspecto doctrinal (cf. Mt 16, 18-19). La misión de confirmar a sus hermanos en la fe, que también le confió Jesús (cf. Lc 22, 32), va en la misma dirección. Pedro goza de una oración especial del Maestro para desempeñar este papel de ayudar a sus hermanos a creer. Las palabras «Apacienta mis corderos», «Apacienta mis ovejas» (Jn 21, 15-17) no enuncian explícitamente una misión doctrinal, pero sí la implican. Apacentar el rebaño es proporcionarle un alimento sólido de vida espiritual, y en este alimento está la comunicación de la doctrina revelada para robustecer la fe.
De ahí se sigue que, según los textos evangélicos, la misión pastoral universal del Romano Pontífice, sucesor de Pedro, comporta una misión doctrinal. Como pastor universal, el Papa tiene la misión de anunciar la doctrina revelada y promover en toda la Iglesia la verdadera fe en Cristo. Es el sentido integral del ministerio petrino.
Con esto creo queda claro que significa Apacentar, es decir βόσκω y como esa misión fue encomendada única y exclusivamente a San Pedro. Debemos tener en cuanta que cuando Dios realiza las cosas es por algo, el precedente bíblico de esta misión encomendada a San Pedro podemos encontrarlo en el AT en muchos pasajes, aquí mencionare solamente algunos de ellos:
Y aun ayer y antes, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, tú sacabas y volvías á Israel. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás á mi pueblo Israel, y tú serás sobre Israel príncipe. 2 Samuel 5:2
Le encarga apacentar el pueblo de Israel, y ese encargo, se lo dió el mismo Dios.
Curioso, que a Pedro Cristo le encargue apacentar el pueblo del NT. Es el mismo rey el que alimentaba con la sabiduría de Dios al pueblo y esta función ahora corresponde a San Pedro.
10 Ahí viene el Señor Yahveh con poder, y su brazo lo sojuzga todo.Ved que su salario le acompaña, y su paga le precede.Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente las paridas. Isaías 40:10
Aquí el mismo Dios es quien apacienta el rebaño, es el mismo Dios quien le da alimento espiritual , le cuida, protege y guía para que no se desvíe de la doctrina adecuada. Es este el ministerio que deja a San Pedro en el NT.
Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará; á mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor. Ezequiel 34:23
David siendo rey manda apacentar el pueblo de Dios, es decir Dios le ordeno dirigirlo y gobernarlo.
Si le dijo apacienta mis ovejas es por algo, porque estas ovejas son su pueblo, su reino y Pedro es el encargado de guiarlo y dirigirlo, como David en el AT.
Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dice el Señor Jehová. Ezequiel 34:15
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos." Juan 21:15
Quise poner estos dos textos bíblicos juntos porque veo en ellos una gran similitud:
-Se habla de apacentar ovejas en los dos.
-En Ezequiel es Dios quien las apacienta. En Juan es Dios quien manda a un ser humano esa misión.
Si esa misión en Ezequiel la realizó Dios, debe ser que es una misión muy especial y solo se le puede confiar a la roca sobre la que se edificaría su Iglesia, o aquel por el que él había rezado(Lucas 22:32).
-Ahora veamos algo muy interesante:
1) . Díjole: Apacienta (βόσκω) mis corderos.
2) Le dice Jesús: "Apacienta (ποιμαίνειν) mis ovejas.
3)Le dice Jesús: "Apacienta (βόσκω) mis ovejas”
-Es decir, primero Cristo le manda alimentar a los débiles en la fe, los cristianos que sean más frágiles o confundidos con la fe y su enseñanza infalible les alimentara y les ayudará a seguir en el rebaño y a madurar poco a poco en la fe.
Luego manda que pastoree a los pastores que se encargan de la Iglesia en el mundo, siendo así el Pastor Universal o Supremo de ellos. Finalmente es a estos pastores que organizan y guían las Iglesias del mundo a quienes debe alimentar espiritualmente con su enseñanza y sus decisiones, pues Cristo y el tienen un mismo sentir y un mismo parecer, Cristo y él forman una Sola Cabeza la que alimenta espiritualmente a todos los pastores y a todo el pueblo.
Es decir 3 misiones le encomienda a Pedro, 3 misiones que en la actualidad realiza el Papa:
1) Reconfortar, alimentar, guiar y madurar en la fe al pueblo de Dios con sus decisiones consejos y palabras.
2) Pastorear a los pastores que cuidan del rebaño siendo él el Pastor de ellos o Pastor Universal.
3) Alimentar, y madurar en la fe a los pastores, para que cada día se acerquen más a Dios y esta sabiduría les permita guiar mejor a los corderos hacía Cristo.
3.-LA TRIPLE NEGACIÓN Y LA TRIPLE AFIRMACIÓN DE SU AMOR:
-Por último no debemos pasar por alto que este pasaje esta muy relacionado con la triple negación de San Pedro. Realmente aquí San Pedro no se le restaura su ministerio porque nunca lo había perdido sino que este pasaje es una forma de que San Pedro reconforte su fe. Si nos damos cuenta el Señor oró por Pedro:
31 "¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos." Lucas 22:31-32
Ora para que la fe de Pedro no desfallezca, y cuando haya vuelto confirme a sus hermanos. Realmente esto fue lo que pasó aquí. Pedro tras haber negado tres veces al Señor estaba decaído y se sentía indigno de seguir al Señor, y el Señor sabía como era Pedro y que todos le escucharían era necesario que el volviera a ser el de antes para que la fe de todos sus hermanos creciera y se mantuviera viva.
Por eso le pide 3 declaraciones de amor, para que vea Pedro que Cristo sigue confiando en él a pesar de su pecado, sigue confiando en un pecador, precisamente por eso le eligió no por el ser el más sabio ni el más santo de entre todos los apóstoles sino por ser el más humano y el que más fuerza de voluntad tendría pues ya no volvería a negarle.
15 Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote,
16 mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro.
17 La muchacha portera dice a Pedro: "¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?" Dice él: "No lo soy." Juan 18:15-17
Aquí la primera negación de San Pedro. Niega que sea discípulo de Cristo.
25 Estaba allí Simón Pedro calentándose y le dijeron: "¿No eres tú también de sus discípulos?" El lo negó diciendo: "No lo soy."
26 Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: "¿No te vi yo en el huerto con él?"
27 Pedro volvió a negar, y al instante cantó un gallo. Juan 18:25-27
Por dos veces San Pedro niega ser discípulo de Cristo, la tercera vez niega haber estado en el huerto con Jesús. 3 negaciones mientras estaban juzgando a Cristo. Estas 3 negaciones habían sido predichas por Cristo y Pedro se dio cuenta del pecado que había cometido, por eso:
62 Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente. Lucas 22:62
Lloró porque vio que a lo que más amaba en el mundo él lo había negado, porque no había tenido el valor para confesar ser discípulo de aquel a quien colgarían de un madero. Pero Cristo sabía perfectamente esto, y sabía como se encontraba Pedro, se sentía indigno de ser su discípulo, era preciso que Pedro volviera a su lugar, y para eso nada mejor que hacerlo mediante un acto de amor mutuo, y lo más importante un amor infranqueable entre los dos, entre Cristo y Pedro.
Recordemos que tanto Cristo como Pedro tenían ya los destinos unidos, pues esto se ve claramente en la Escritura:
24 Entrando en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los perceptores de la didracma y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga la didracma? 25 Y él respondió: Cierto que sí. Cuando entró en casa, se acercó Jesús y le dijo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran censos y tributos? ¿De sus hijos o de los extraños?
26 Contestó él: De los extraños. Y le dijo Jesús: Luego los hijos son libres. 27 Mas, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca, y en ella hallarás un estater; tómalo y dalo por mí y por ti. Mateo 17:24-27
Lo que impacta es: "Tómala y entrégala a ellos por mí y por ti". Me parece muy hermoso este gesto de Jesús de entregar una sola moneda por él y por Pedro, parece una advertencia: fíjate que estamos juntos, trata de unirte a mi destino y no pretenderás tener uno distinto para ti, o mirar al mío como separado del tuyo. Realmente este milagro ejemplifica el destino de Cristo y Pedro, ambos el mismo destino uno cabeza otro el que dice las ordenes de la cabeza en la Tierra, la misma misión el mismo milagro para ambos pues ambos son la cabeza inquebrantable de la Iglesia, y como tal no pueden contradecirse. Es Pedro el elegido y no otro para tener el mismo destino en todos los actos importantes que Cristo. Hablando Pedro por Cristo versículos antes ahora Cristo, en señal de unión eterna con su primacía le manda a dar la moneda por ambos asi quedara unida la Esposa y el Cordero para siempre.
Por eso como su destino era la unidad total hacia falta que Pedro volviera a recuperar las fuerzas perdidas y volviera a cumplir con su destino, por eso Cristo le pide por 3 veces una prueba de su amor y cuando Pedro contesta le manda apacentar y pastorear a su Pueblo.
Esta misión de apacentar y pastorear el pueblo la había tenido Cristo pero como el destino de Pedro se había unido al de Cristo era necesario sus misiones también se unieran y por tanto era él y solamente él quien podía encargarse de todo el rebaño de alimentarlo y pastorearlo.
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas.
Juan 21:15-17
¡Dios les Bendiga!
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Una de las principales diferencias entre un católico y un protestante, es que mientras el primero valora y atesora la sabiduría de sus antepasados y predecesores en la fe, custodiada por la Iglesia y contenida en lo que llamamos “Sagrada Tradición”, el segundo tiende a ver este magnífico patrimonio como “tradiciones humanas” o “doctrinas de hombres”, un conjunto de elucubraciones que no tienen sino la finalidad de distraer al cristiano del centro mismo de la fe en Cristo.
Ciertamente hay distintos grados de radicalismo en estas posturas tanto entre protestantes como entre católicos, pero definitivamente, si un protestante es protestante, es precisamente porque ha rechazado las enseñanzas y doctrinas de la Iglesia pensando que se ha corrompido y que es él, como individuo (y quienes piensan como él) quien tiene la verdad.
No es para mi raro escuchar de hermanos protestantes interrogantes como:
“¿Para qué necesito los concilios y los padres de la iglesia?”
Para hacer unas reflexiones en respuesta a estas interrogantes, me he animado a escribir estas líneas.
La principal respuesta la resumiría en este texto bíblico: “Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error” Efesios 4,14
La importancia de la Iglesia primitiva a la hora de entender las Escrituras
Alguien se preguntará: ¿Pero como me van a ayudar los concilios y los padres de la Iglesia a no andar a la deriva y ser zarandeado por cualquier viento de doctrina?.
En primer lugar por que es gracias a los padres de la Iglesia que podemos conocer como interpretaban y entendían las Escrituras aquellos que nos precedieron en el camino de la fe, muchos de los cuales recibieron su enseñanza directamente de los apóstoles y sus sucesores.
Si tomaramos como punto de referencia la Eucaristía, ¿quien tendrá razón? ¿Ignacio de Antioquía que creía en la presencia Real de Cristo en la Eucaristía, habiendo escuchado el evangelio de Pedro y Pablo, o Ulrico Zwinglio que la negaba dieciseis siglos después? Lo mismo es válido para cada punto de fe y doctrina.
Los concilios, forma bíblica de mantener la unidad doctrinal que Cristo exige.
“ Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.” 1 Corintios 1,10
Si a esto agregamos que no es lícito según el mandato de Cristo que cada creyente profese las doctrinas que le parezca en total anarquía doctrinal respecto al cuerpo de Cristo que es la Iglesia, no será dificil ver en los concilios, más que una imposición “humana”, han sido el recurso utilizado por Dios y establecido por los apóstoles para resolver las diferencias en asuntos importantes. Para “atar” y “desatar” las verdades de fe.
Así por ejemplo, en el primer conflicto serio que tuvo que enfrentar la Iglesia (Hechos 15), la solución no vino porque cada quien tomara una actitud individualista, negando necesitar del resto, sino que se reunieron como un solo cuerpo en concilio, y la decisión de este fue acogida por todos los cristianos.
A muchos protestantes se le enseña de forma insistente que para comprender las Escrituras no necesitan de nadie, sino la única y exclusiva guía del Espíritu Santo.
¿Que hubiera ocurrido si los judaizantes se hubieran obstinado sin dar su brazo a torcer?. Quizá muchos de nosotros seguiríamos teniendo que circuncidarnos.
Lo mismo cuando surgieron herejías que negaron la divinidad de Cristo, la divinidad del Espíritu Santo y tantas otras verdades de fe, la Iglesia pudo luego de profundizar y reflexionar en las verdades contenidas en el depósito de la fe, explicitarlas para bien de la Iglesia.
Es por eso que es hoy día, donde la libre interpretación de la Biblia se proclama a todo pulmón por el protestantismo, cuando todas las herejías, inclusive aquellas que habían sido completamente erradicadas, han podido resurgir con más fuerzas y nuevos matices.
Las divisiones en la Escritura
“Al fin de los tiempos aparecerán hombres sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías.» Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin tener el espíritu.” Judas 18-19
“Os ruego, hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos contra la doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos” Romanos 16,17
“Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: … divisiones, disensiones…”
Basta conocer un poco las Escrituras para darse cuenta que las divisiones en la Iglesia no son bien vistas. Son reconocidas como una obra de la carne, se nos manda a apartarnos de quienes las producen. Incluso estos son calificados como “hombres sarcásticos que viven según sus propias pasiones impías”. Y aunque en varias ocasiones me he encontrado con pastores que me han afirmado tajantemente que las divisiones son “beneficiosas” - menuda forma de justificar lo injustificable -, lo cierto es que un grupo que se divide continuamente deja constancia de que si tenía la verdad, se aleja de ella, ya que dos posturas opuestas no pueden ser ciertas.
¿Cual es el germen de la división?
Cualquier división y cisma es originada en primer lugar por la soberbia. Y es que quien se aparta de la Iglesia pensando que esta se equivoca, mientras que él es quien tiene razón, está en primer lugar siendo individualista, pues coloca su juicio privado sobre el de la Iglesia como colectivo. Está siendo también autosuficiente, porque rechaza la idea de necesitar la guía de la Iglesia. Está siendo desobediente, porque rechaza su autoridad. Está siendo arrogante porque está menospreciando la posibilidad de sabiduría de sus hermanos y antepasados en la fe, y por último está cegado, al ser incapaz de considerar la posibilidad de estar equivocado, y de reconocer la diferencia entre lo que él interpreta de la Escritura y lo que realmente puede querer decir.
Esto último se hace patente cuando vemos a miembros de distintas denominaciones protestates, creer que sus posiciones teológicas son ciertas porque “lo dice la Biblia”, pero cuando se compara con lo que otras denominaciones profesan vemos serias contradicciones. Lo curioso es que esas otras denominaciones también dicen creer lo que creen “porque lo dice la Biblia”. Y así tenemos un circulo vicioso donde surgen nuevos grupos que intentan reformar a los grupos de donde emergieron, creyendose mejores que los anteriores y más “iluminados”.
Desde esta perspectiva de autosuficiencia se suele ver al católico como un ser incapaz de pensar que acepta ciegamente todo lo que su Iglesia le diga. No pueden entender que el porqué de la postura católica, porque para hacerlo tendrían que abandonar su suficiencia, pero como la mayoría de las veces es inconsciente, es casi una misión imposible
Divisiones doctrinales protestantes
Hoy día el panorama es desolador. Las comunidades eclesiales protestantes se han dividido de forma exponencial muchas de ellas formando sectas destructivas y ciegamente anticatólicas. La mayoría tienen en común su odio a la Iglesia Católica, presentando a su vez grandes discrepancias entre las doctrinas cristianas fundamentales.
A continuación resumo algunas de las que considero más importantes:
Divisiones en cuando a cristología
Una doctrina que el protestantismo compartió con la fe católica era la fe Trinitaria, sin embargo hoy día la cantidad de denominaciones que se han adherido a las antiguas herejías cristológicas (y que se han inventado otras nuevas) es incontable.
He tomado de un foro evangélico Ekkesia Viva un listado parcial a los que ellos mismos llaman “Sectas no Trinitarias":
Unicitarios (modalistas), que creen que Dios es uno, pero creen que al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son manifestaciones, y no Personas. Ejemplos: Iglesia Pentecostal Unida.
Los que creen que Dios tiene tres “partes” y no tres personas. Típicamente, así creen muchos grupos judío-mesiánicos.
Los que niegan la plena divinidad de Cristo. O sea, creen que Cristo es el Hijo de Dios, pero no creen que ES Dios. Son subordinacionistas: Creen que el único Dios verdadero es el Padre y que las otras dos personas divinas sólo son manifestaciones algo inferiores, que fluyen del Padre. Ejemplo: “Iglesia La luz del Mundo", “Iglesias Cristianas de Dios".
Los politeístas Creen que el Padre y el Hijo son dos dioses separados. Ejemplo: Tito Martínez de España y su grupo. Se especializa en difundir su doctrina por Internet.
Los que niegan la divinidad y personalidad del Espíritu Santo: Iglesia de Dios Universal -WCG (*), los seguidores de Herbert Armstrong-, y varios de los grupos ya mencionados arriba.
Y dan también esta lista parcial como “grupos heréticos” (luego agregaron muchos otros)
Iglesia Pentecostal Unida, Iglesia del Dios Vivo columna y baluarte de la verdad, Iglesia de Dios Unida, la Luz del Mundo, Iglesia de Dios del 7mo. Día, Iglesia de Dios Israelita, Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, Casa del Alfarero, Iglesias Cristianas de Dios, Creciendo en Gracia, Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, La mayoría de grupos judeomesiánicos, Algunos cuáqueros, Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica.
Divisiones referentes a la Eucaristía
En el coloquio de Marburgo en 1529 se establecía la primera gran brecha entre protestantes, al serles imposible llegar a un acuerdo a Martín Lutero y Ulrico Zwinglio en lo referente a la presencia real de Cristo en la Eucaristía (Lutero la defendía y Zwinglio la rechazaba).
Hoy día el manual del Prof. Georg Metzger basado en el catecismo de Lutero dice:
“Nuestro catecismo nos dice: “Es el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de nuestro Señor Jesucristo.” Quiere decir que es el cuerpo real, natural de Cristo y su sangre real y natural. ¿Por qué enfatiza eso nuestro catecismo? Lo hace a causa de los falsos profetas e iglesias que no quieren creer el misterio de la Santa Cena. Especialmente las iglesias reformadas, las sectas, los metodistas, los pentecostales, de hecho, todas las otras iglesias protestantes fuera de la luterana enseñan así. No quieren creer estas palabras de Cristo; no quieren creer que estén realmente presentes el cuerpo y la sangre de Cristo en la Santa Cena y que los que vienen al sacramento realmente coman y beban estas cosas. Es en verdad un misterio maravilloso. No podemos comprenderlo por nuestra razón. Nos parece imposible. En consecuencia, esas iglesias enseñan que se tiene que tomar las palabras de Cristo figuradamente, entenderlas en otro sentido. Según ellos, Cristo no quería decir que la Santa Cena realmente fuera su verdadero cuerpo natural, sino solamente que el pan significa su cuerpo, que lo retrata. Se refería solamente al cuerpo espiritual de Cristo. Los cristianos deben recibir este cuerpo espiritual en la Santa Cena, o sea, Cristo y sus beneficios, con fe, mientras que el verdadero cuerpo natural del Señor está sentado en el cielo. Contra estos falsos profetas, que se basan en su propia razón, nuestro catecismo dice: “Es el verdadero cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo.”” Manual de teología Luterana, Prof. Georg Metzger basado en el catecismo de Lutero
Lo cual es en escencia lo mismo que había definido la solemte confesión de Augsburgo en 1530:
“En cuanto a la Santa Cena del Señor, enseñamos que el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Cristo están realmente presentes, distribuidas y recibidas en la Cena bajo las especies del pan y del vino. Rechazamos pues la doctrina contraria.” Confesión de Augsburgo (Luteranos), Artículo 10 La Santa Cena del Señor
(Aún así, la posición Luterana difiere de la católica, ya que define la presencia real a través de la consubstanciación)
Pero mientras los luteranos anatemizan como falsos profetas a quienes profesan la doctrina contraria, los reformados y calvinistas defendían la posición contraria.
“Esa doctrina que sostiene un cambio de sustancia del pan y del vino a la sustancia del cuerpo y de la sangre de Cristo, (llamada comúnmente transubstanciación), por la consagración del sacerdote, o de algún otro modo, es repugnante no sólo a la Escritura sino también a la razón y al sentido común; echa abajo la naturaleza del sacramento; y ha sido y es la causa de muchísimas supersticiones, y además una crasa idolatría” Confesión de Westminster, Capítulo 29.VI. De la cena del Señor
Divisiones protestantes en cuanto al tema de la salvación
A pesar de la salvación por la sola Fe fue uno de los gripos de batalla en la reforma, no pasó mucho tiempo para que comenzaran a surgir divisiones inclusive en este punto.
En el siglo XVII por ejemplo, Jacobo Armiño predicó que la libre voluntad humana puede existir sin limitar el poder de Dios o contradecir la Biblia, lo cual era un duro golpe al luteranismo y al calvinismo que negaban el libre albedrío (Erasmo de Rotterdan, humanista católico en su Libero Arbitrio ya había refutado la doctrina Luterana en este sentido, a lo que Lutero respondió de forma iracunda con su de Servo Arbitrio). Tras la muerte de Arminio, un grupo de ministros que simpatizaban con sus puntos de vista desarrollaron una teología sistemática y racional basada en sus enseñanzas. En su declaración, protesta publicada en 1610, los arminianos afirmaban que la elección estaba condicionada por la fe, que la gracia podía ser rechazada, que la obra de Cristo estaba pensada para todas las personas, y que era posible perder la salvación.
En el Sínodo de Dort o Dordrecht (1618 -1619), los Sumos Calvinistas prevalecieron sobre el grupo de los arminianos y condenaron a los que estaban en desacuerdo con su teoría. El Sínodo de Dort declaró que la obra de Cristo estaba destinada sólo a aquellos elegidos para la salvación, que la gente que creía no podía perder la gracia. Los evangélicos armíñanos fueron entonces totalmente prohibidos en Holanda por el resto de evangélicos calvinistas hasta 1630, y desde entonces no sin reservas hasta 1795. Sin embargo, la tradición arminia se mantuvo en los Países Bajos a finales del siglo XX.
El teólogo británico John Wesley estudió y afirmó la obra de Arminio en su movimiento metodista durante el siglo XVIII en Inglaterra. Para el pueblo, el arminianismo se resume en la idea de que no existe la predestinación y que la gente es libre de seguir o rechazar el Evangelio.
Las diferencias han ido aumentando, y hoy inclusive es posible encontrar comunidades eclesiales protestantes que inclusive tienen una posición teológica en este punto similar a la Iglesia Católica, mientras otras se mantienen en los extremos más radicales del calvinismo.
Divisiones referentes al bautismo
El bautismo es otro punto donde las divisiones protestantes abundan.
La primera gran diferencia ocurrió entre luteranos, calvinistas versus anabaptistas. Mientras los primeros reconocían al bautismo como un sacramento, y la necesidad de bautizar infantes, los segundos se oponían.
“Enseñamos que el Bautismo es necesario para la salvación y que por el Bautismo se nos da la gracia divina. Enseñamos también que se deben Bautizar los niños y que por este Bautismo son ofrecidos a Dios y reciben la gracia de Dios. Es por esto que condenamos a los Anabaptistas que rechazan el Bautismo de los niños” Confesión de Augsburgo, Artículo 9 El Bautismo
La confesión de Westminster enseña::
“No sólo han de ser bautizados los que de hecho profesan fe en Cristo y obediencia a EL, sino también los niños hijos de uno o de ambos padres creyentes.” Confesión de Westminster, Capítulo 28.IV. El Bautismo.
“No es necesaria la inmersión de la persona en el agua; sin embargo se administra correctamente el bautismo por la aspersión o efusión del agua sobre la persona.” Confesión de Westminster, Capítulo 28.III. El Bautismo.
Muchas Iglesias evangélicas por el contrario predican que los niños no deben ser bautizados porque no pueden “creer” ni “arrepentirse”, otras afirman que el bautismo por inmersión es el único válido y acusan a la Iglesia Católica de apóstata por tales prácticas, inclusive hay quienes afirman que el bautismo con la fórmula Trinitaria es inválido y bautizan solo en nombre de “Solo Jesús” (entre las cuales están Iglesia pentecostal Unida y la secta Solo Jesús).
Divisiones referentes a la doctrina del pecado original
Así como los primeros (Luteranos y calvinistas) reconocen el pecado original, gran cantidad de denominaciones de tendencia anabaptista lo niegan.
La confesión de Augsburgo dice a este respecto:
“Enseñamos que a consecuencia de la caída de Adán, todos los hombres nacidos de manera natural son concebidos y nacidos en el pecado. Esto es, sin temor de Dios, sin confianza en Dios y con la concupiscencia. Este pecado hereditario y esta corrupción innata y contagiosa es un pecado real que lleva a la condenación y a la cólera eterna de Dios a todos los que no son regenerados por el Bautismo y por el Espíritu Santo. Por consiguiente rechazamos a los Pelagianos y otros que han menospreciado los méritos de la pasión de Cristo haciendo buena la naturaleza humana por su propias fuerzas naturales y que sostienen que el pecado original no es un pecado.” Confesión de Augsburgo, Artículo 2. El pecado Original
La confesión de Westminster dice otro tanto:
“Nuestros primeros padres, seducidos por la sutileza y tentación de Satanás, pecaron al comer del fruto prohibido…Por este pecado cayeron de su rectitud original y perdieron la comunión con Dios, y por tanto quedaron muertos en el pecado, y totalmente corrompidos en todas las facultades y partes del alma y del cuerpo. Siendo ellos el tronco de la raza humana, la culpa de este pecado les fue imputada, y la misma muerte en el pecado y la naturaleza corrompida se transmitieron a la posteridad que desciende de ellos según la generación ordinaria. De esta corrupción original, por la cual estamos completamente impedidos, incapaces y opuestos a todo bien, y enteramente inclinados a todo mal, proceden todas nuestras transgresiones actuales. Esta corrupción de naturaleza permanece durante esta vida en aquellos que son regenerados; y, aun cuando sea perdonada y amortiguada por medio de la fe en Cristo, sin embargo, ella, y todos los efectos de ella, son verdadera y propiamente pecado.” Confesión de Westminster, Capítulo 6. La caída del hombre, el pecado y su castigo
Pero a diferencia de todas estas fuentes protestantes, sitios de tendencia anabaptista como porlaverdad.net en su artículo “La doctrina del pecado original” niegan todo esto:
“Uno se pregunta si la doctrina del bautismo de niños se inventó para apoyar la doctrina del pecado original o si la doctrina del pecado original se inventó para apoyar la práctica del bautismo de niños”
“Los grupos religiosos que no practican el bautismo de niños pero que creen en la doctrina del pecado original se ven obligados a enseñar otras doctrinas igualmente falsas”
“la doctrina del pecado original como ya vimos no es de la Biblia”
Y si se toma el tiempo de buscar notará como las diferencias no paran aquí, hay un verdadero caos donde cada quien decide lo que cree conforme a lo que él entiende de la Escritura, creyendo que el resto del mundo se ha desviado y que él es quien tiene la verdadera comprensión de las Escrituras.
Testimonios de quienes se han abierto paso a través de este caos
A pesar de todo esto, han habido miles de cristianos protestantes inspirados por el Espíritu Santo que se han atrevido a cuestionarse y a profundizar lo que estos primeros cristianos han creído, viendo como una gran contradicción que el protestantismo siendo que nació como un intento de volver a las doctrinas fundamentales de la fe cristiana, terminó profesando unas doctrinas radicalmente opuestas a la fe de la Iglesia primitiva. Muchos casos podrían ser nombrados, de momento les quiero recomendar el de Scoth Hahn y su esposa, quienes a pesar de nacer en una familia protestante, y de que Scoth fuera un ilustre ministro y pastor, hoy día son devotos católicos que luego de una dura travesía testifican con alegría que han llegado a casa.
Conclusión
Luego de haber visto todo esto, me despido dejando la pregunta en el aire para meditarla:
¿Para qué necesito los concilios y los padres de la iglesia?”
EVANGELIZA Y COMPARTE.
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Richbell Meléndez. Laico católico dedicado tiempo completo al apostolado de la Apologética y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.
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Por: Rafael Rodrigues
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Gelasio I fue Papa desde el 1 de marzo de 492, hasta la fecha de su muerte el 21 de noviembre de 496. Nació en África. Durante su pontificado el Cristianismo luchaba contra el pelagianismo, el maniqueísmo y el arrianismo.
Gelasio es uno más de los muchos sacerdotes que herejes y polemistas intentan codificar el pensamiento para poder levantar algo en contra de la Iglesia de Cristo. Un ejemplo de esto viene de una supuesta carta de Gelasio I contra Eutiques y Nestorio, las palabras utilizadas por los detractores dice:
""el sacramento del cuerpo y de la sangre de Cristo, que recibimos, es una cosa divina, porque en ella nos hacemos participes de la naturaleza divina. Con todo la sustancia o la naturaleza del pan y del vino no cesa. Y seguramente la imagen y la similitud del cuerpo y de la sangre de Cristo se celebran en la presentación de los misterios." (Tractatus de duabus naturis 14 [PL Sup.-III. 773]) See Francis Turretin, Institutes of Elenctic Theology, 3 Vols., trans. George Musgrave Giger and ed. James T. Dennison (Phillipsburg: reprinted by Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1992), Vol. 3, p. 479 (XVIII.xxvi.xx).
¿Realmente de este texto se puede deducir que el Papa Gelasio I negó la transubstanciación? Vamos a ver a continuación la refutación a dicho argumento protestante.
REFUTACIÓN
Este texto presentado por detractores, como siempre está aislado de su contexto y se somete a una interpretación forzada para usar contra la doctrina católica. Por lo tanto, para poner fin a la confusión, mostraré el texto original en latín y su traducción al español como lo presenta la obra "Textos Eucarísticos Primitivos Tomo II (Edición Bilingüe)" de Jesús Solano S.J.
"Sacramenta Certe, sumimus quae, corporis et sanguinis Christi divina res est, quod et propter por eadem divinae efficimur consortes naturae; et tamen esta sustancia no desinit vel natura panis et vini. Et certe imago et corporis similitudo et sanguinis Christi en actione celebrantur mysteriorum. Satis ergo nobis evidenter ostenditur, hoc nobis ipso Christo Domino sentiendum, quo en ejus Imagene profitemur, celebramus, et simumus, ut, sicut en Hanc, scilicet en Divinam, transeúnte, Sancto Spiritu perficiente substantiam tamen permanentes en la naturaleza suæ proprietate, sic illud ipsum mysterium principale, nobis fallecidos efficientiam virtutemque veraciter repraesentant, ex [Fors. Su ex, Vid. Nota] Quibus constat proprie permanentibus, unum Christum, quia integraum verumque, demonstrant permanere "(Jesús Solano - Textos Eucarísticos Primitivos, Tomo II, páginas 557-558).
"Ciertamente los sacramentos que recibimos del cuerpo y sangre de Cristo son cosa divina, por lo cual tambien mediante ellos nos hacemos partícipes de la naturaleza divina; y, sin embargo, la sustancia o naturaleza del pan y vino no deja de ser. Y ciertamente la imagen y la semejanza del cuerpo y sangre de Cristo son celebradas en el hacer los misterios. Bastante evidentemente, pues, se nos enseña que debemos sentir acerca del mismo Cristo Señor lo que confesamos, celebramos
y tomamos en su imagen, para que como el pan y el vino, perfeccionandolos el Espiritu Santo, pasan a esta, es decir, a la sustancia divina, pero permaneciendo en la propiedad de su naturaleza, asi demuestran aquel mismo misterio principal, cuya eficiencia y virtud con verdad nos representan, [a saber], que Cristo permanece uno, pues que permanece integro y verdadero," (Jesús Solano - Textos Eucarísticos Primitivos, Tomo II, páginas 557-558).
3 ARGUMENTOS QUE DESTRUYEN LA OBJECIÓN PROTESTANTE.
1 ARGUMENTO: Esta obra a la que recurren los protestantes es una obra espuria que NO pertenece al Papa Gelasio I.
Sobre la autenticidad de la carta, el experto WR Carson escribe:
" se asume erróneamente que la palabra "naturaleza" y "sustancia" de los Padres citados, escrito siglos antes de herejías habían hecho definición exacta y precisa terminología necesaria, destinado a significar lo que los Padres tridentinos entiende por ellos. Esta es demostrablemente falso. Las palabras "sustancia" y "naturaleza" son sinónimos de lo que en Trento fueron llamados los "especie" o "accidentes". Este es sin duda evidente (a) desde el contexto de los diversos pasajes, donde una conversión (metabolen), para usar la palabra de Teodoreto, del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se menciona; (b) el hecho de que que parecen ser constante y uniforme de tales "naturaleza" y "sustancia" como símbolos; (c) a partir de (una autoridad protestante) Leibnitz 'conocida observación de que los padres no utilizan estos términos para expresar nociones metafísicas. (d) En cuanto a Teodoreto, a partir de la confesión de los luteranos de Madgeburg que se opone a su doctrina y no se puede leer con seguridad. Hay que añadir que los pasajes atribuidos a Teodoreto y San Gelasio se producen en las obras que se consideran espurias por muchos críticos competentes." (WR Carson - The Antiquity of the Doctrine of Transubstantiation, American Ecclesiastical Review Vol XXIII. p 435)
https://archive.org/stream/americanecclesia28cathuoft...
Jesús Solano tambien nos dice:
"Este tratado teológico no consta con entera certeza que sea de San Gelasio: cf. CPL n.l674." (Jesús Solano - Textos Eucarísticos Primitivos, Tomo II, páginas 558, nota 176).
2 ARGUMENTO: La oscuridad del texto.
El primer pasaje que parece cuestionar la transubstanciación dice: "... sin embargo, la sustancia o naturaleza del pan y vino no deja de ser. Y ciertamente la imagen y la semejanza del cuerpo y sangre de Cristo son celebradas en el hacer los misterios. ...". Pero la continuación del texto dice: "... para que como el pan y el vino, perfeccionandolos el Espiritu Santo, pasan a esta, es decir, a la sustancia divina, pero permaneciendo en la propiedad de su naturaleza". Si el primer texto supuestamente niega la transubstanciación, la continuación habla claramente que la naturaleza de ellos, es decir, el pan y el vino se convierten en la sustancia divina, ¿como entonces conciliar estos dos discursos, en el mismo texto, que son aparentemente discordantes? Acerca de este texto Jesús Solano, un experto en la materia de la Eucaristía en la Iglesia primitiva, nos dice:
"El texto mismo que acabamos de aducir es oscuro, pues por una parte afirma que permanece la naturaleza del pan y del vino, lo cual seria negar la transubstanciación, mas por otra parte dice que pasan a la sustancia divina, o sea, al cuerpo y sangre de Cristo, que por la unión hipostática son cuerpo y sangre de Dios. Es claro de todos modos la dependencia de este texto con respecto a los escritos de Teodoreto de Ciro y de la "Escuela
antioquena" (...) Sobre todo el asunto, véase J. Lebreton, Le dogma de la transsubstantiation et la christologia antiochienne
du Vs- siecle: Etudes 117 (1908) 479-482.489s.496s." (Jesús Solano - Textos Eucarísticos Primitivos, Tomo II, páginas 558, nota 176).
Está claro que el autor de este texto no tenía ninguna definición teológica clara de la Eucaristía y, por supuesto, no podría tenerla porque las definiciones no estaban completas en ese momento, al igual que no podemos pedir a los Padres Pre-Nicenos una definición clara y completa de la Trinidad, tampoco podemos pedir a sacerdotes anteriores una definición eucarística clara y completa de la Eucaristía. Por lo tanto, el autor de este texto está mal en la primera frase, pero la segunda establece claramente que la transubstanciación se produce es decir que las sustancias pasan a ser la naturaleza divina.
3 ARGUMENTO: El texto es mal interpretado y sacado de contexto. Se ignora el tema principal que trata dicha obra.
Incluso el texto no siendo del Papa Gelasio I, es un texto muy antiguo, y realmente de la época patrística, pero no es un discurso teológico sobre la Eucaristía, sino sobre la naturaleza de Cristo, por lo que el autor utiliza la Eucaristía sólo para hacer una analogía . El estaba preocupado en defender la naturaleza de Cristo y no la Eucaristía. Así que no estaba tan preocupado con darsu comprensión de la Eucaristía como estaba explicando el misterio de la Encarnación. Recordemos que la Iglesia en ese momento se ocupaba de diversas herejías cristológicas en ese momento se negaban las dos naturalezas (Nestorianismo), las dos voluntades y una personalidad [divina] de Cristo (Monotelismo). En este momento, el misterio de la Eucaristía no estaba tan desarrollado en la mente de la Iglesia para forzar en la mente del autor una clara expresión de la Eucaristía, en términos de la transubstanciación. La Iglesia tuvo que desarrollar un lenguaje teológico para expresar el pensamiento de la Iglesia sobre diversos asuntos de fe. En este momento se estaba empezando a expresar sus pensamientos para describir el cambio del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo.
No había ninguna duda sobre la presencia real en la Eucaristía, sin embargo, viene otra pregunta sobre el tipo de cambio (consubstanciación, la transubstanciación, etc.) En un caso, el autor quiere decir sólo que la apariencia [accidentes] del pan /, debe mantenerse junto a la presencia real en un intento de explicar el misterio de la Encarnación, ya que la humanidad de Cristo sigue permaneciendo a lado de su divinidad. Algunos estudiosos interpretan el pasaje anterior para referirse a los accidentes de pan y vino.
Incluso esta analogía tiene algunos agujeros. En el peor de los casos, el autor estaba simplemente errado en su comparación eucarística en la primera frase, pero se corrige en la segunda. Es decir, que el autor no estaba tan preocupado de explicar la doctrina de la Eucaristía, pero quería explicar la Encarnación a través de una analogía . Como la mayoría de las analogías, que son imperfectas. Por otra parte, su vocabulario teológico no le permitió expresar el misterio de la Eucaristía con mayor precisión.
Por lo tanto, no se puede basar su comprensión de la Eucaristía durante este tiempo en un solo pasaje. En su lugar tenemos que ver los pasajes contemporáneos del Papa Gelasio que hablan directamente sobre la Eucaristía. Y aquí nos encontramos con un testimonio claro y completo en nombre de la transubstanciación.
Del mismo modo críticos de nuestra Fe subestiman la divinidad de Cristo, citando a los Padres antes de Nicea que aparentemente rechazaban la naturaleza de Cristo. Resulta que antes de la definición, los Padres estaban desarrollando un vocabulario teológico de como entender el misterio de la Encarnación, por lo que no es sorpresa ver algunos padres antes de Nicea aparentemente minimizando la divinidad de Cristo. Esta es la naturaleza del desarrollo. Antes de la definición, los Padres dan un panorama teológico, en un intento de explicar un misterio divino, y cómo con el tiempo el misterio se vuelve un poco más claro es definido.
CONCLUSIÓN
Por lo tanto, las principales objeciones a la que los protestantes recurren, al igual que los polemistas y otros alegan con respecto a la negación de un Papa a un dogma católico, incluso antes de que el dogma fuera definido, llegar a ser insostenible, ya que como se demostró ellos sacan de contexto el texto, ignoran que la carta es espuria, y que el contexto del pasaje no era un tratado en relación con la Eucaristía, sino respecto a la divinidad de Cristo.
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