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San Pablo nos recuerda que : "Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores"(Rm 5, 19) pero la esperanza no es una fantasía vana que el hombre no pueda librarse de ésta condenación, todo lo contrario añade en la misma carta a los Romanos: "Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo ( la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida " (Rm. 5,18).

Al igual que el Apóstol Pablo, San Tomás de Aquino, nos trata de explicar este misterio que no podemos entender plenamente. "Todo el género humano es en Adán "sicut unum corpus unius hominis" ("Como el cuerpo único de un único hombre"). Por esta unidad del género humano, todos los hombres están implicados en el pecado original, así como también en la justicia de Cristo.

Sin embargo, la transmisión del pecado de Adán fue aclarada con más fuerza en el Concilio de Trento. En él se nos manifiesta que todos nacemos con un estado de "muerte de alma"; esto no quiere decir que nuestra alma se encuentra muerta, pero sí en un estado de enemistad con Dios, que la lleva a estar "como muerta". El Concilio de Trento no puede ser mas claro: "Con el pecado de Adán y con el hecho que se nos ha transmitido un pecado que todos nacemos afectados y que es "muerte de alma" (Cc. de Trento: DS 1512). Por esta certeza de fe, la Iglesia concede el Bautismo para la remisión de los pecados incluso a los niños que no han cometido pecado personal (Cc. de Trento DS 1514) Con razón profesamos que existe un solo Bautismo para el perdón de los pecados.

 

Debemos dar gracias a Dios por haber manifestado su Gracia en el Concilio de Trento esto nos ha servido para aclarar muchas dudas a cerca del " pecado original", que pudieran tener algunos teólogos muy versados de la actualidad y echar por tierra también tanta ignorancia de nuestros hermanos separados. "Gracias a la Revelación sabemos que Adán había recibido la santidad y la justicia originales No para él solo sino para toda la naturaleza humana: cediendo al tentador, Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en estado caído ( cf Cc. de Trento: DS 1511-1512). Es un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad. Por eso el pecado original es llamado pecado de manera análoga: es un pecado "contraído", pero "no cometido" en otras palabras es un estado pero no un acto.

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