Imprimir
Visto: 3601

Ratio: 0 / 5

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

Tomado de
José M. Bover
Teología de San Pablo
BAC, Madrid, 1967, pp. 461-469.

CIUDAD DEL VATICANO, - Ciento veintidós años después de su muerte y en vísperas de su beatificación, prevista para el 3 de septiembre, se ha desencadenado una campaña de prensa contra Giovanni Maria Mastai Ferretti (1792-1878), quien fue Papa con el nombre de Pío IX.

Las críticas comenzaron con la aparición del libro de John Cornwell «El Papa de Hitler» en el que acusa a Pío IX, Pío XII y a Juan Pablo II de ser los pontífices más autoritarios de la historia. Cornwell ataca a Pío IX por la proclamación de los dogmas de la Inmaculada Concepción y de la infalibilidad del Papa.

 

Acusaciones de antisemitismo

Más tarde, la agencia de prensa italiana «Adista» publicó a inicios de mayo un dossier que llevaba por título «La leyenda del santo secuestrador», en el que se recogen las antiguas polémicas sobre el caso de Edgardo Mortara, el niño judío que a la edad de dos años corría el riesgo de morir por lo que fue bautizado a escondidas por un conocido. Gracias a Dios, el niño no murió, pero después surgió un problema para la Iglesia de aquel entonces: ¿qué hacer con este niño bautizado a quienes sus padres no querían educarle en la fe católica? La Iglesia de decidió ocuparse directamente de su educación contra el parecer de los papás. La historia de Edgardo Mortara, que más tarde llegó a ser sacerdote en 1873, ha servido para que algunos acusen al pontífice de antisemitismo.

 

La polémica sobre el caso Mortara fue relanzada también por el diario «Washington Post», el 22 de junio, para condenar la labor de Pío IX. Estas mismas acusaciones se replantearon en Roma, el 27 de junio, por parte de la Unión de las Comunidades Judías Italianas (UCEI) sobre el tema «Pío IX, la Iglesia y los judíos, entre religión y política en tiempos del Resurgimiento italiano». Al inaugurar las sesiones del congreso, Amos Luzzatto, presidente de la UCEI afirmó: «No queremos entrar en el proceso de beatificación de Pío IX: es unacompetencia exclusiva de la Iglesia. Pero dejamos claro que esta decisión traerá consecuencias para nuestras
relaciones con el Vaticano».

También se ha mostrado crítico contra la beatificación de Pío IX el movimiento «Nosotros somos Iglesia», que pide la ordenación sacerdotal de las mujeres, la abolición del celibato sacerdotal y la aceptación del divorcio. Diecinueve teólogos, que en otras ocasiones ya han contestado el magisterio de la Iglesia, entre los que se encuentran Hans Küng, Hermann Häring y Edward Schillebeeckx, han pedido a la Iglesia católica que renuncie a la beatificación de Pío IX.

 

Respuesta vaticana
La Congregación vaticana para las Causas de los Santos, sin embargo, tras una larga investigación necesaria para llegar a la beatificación, no tiene dudas sobre la bondad de las acciones de Pío IX. El pasado 7 de febrero, con motivo de la celebración de sufragio de los 122 años de la muerte del pontífice, monseñor José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, afirmó: «Come sacerdote, come obispo y como pontífice, el siervo de Dios, pareció ser y realmente lo fue un "hombre de Dios"; hombre de oración asidua sin otro deseo que dar gloria a Dios, el bien de la Iglesia y la salvación de las almas; y no buscaba nada más que cumplir en todo la voluntad de Dios, por más grandes que fueran los sufrimientos que tuviera que soportar».

 

«La santidad del Papa Pío IX está ligada a los acontecimientos más conocidos de su pontificado», declaró monseñor Saraiva Martins en la homilía. El prefecto de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos explicó que Pío IX será beatificado exclusivamente por los méritos religiosos que caracterizaron su «ministerio petrino». «De hecho, se ocupó de manera decisiva de la preparación y de la formación del clero, prestó gran atención a la vida religiosa, fundó la Acción Católica, convocó el Concilio Vaticano I, proclamó los dogmas de la Inmaculada concepción y de la infalibilidad papal».

Por lo que se refiere a las acusaciones de antisemitismo, monseñor Carlo Liberati, de la Congregación para las Causas de los Santos, en dos entrevistas concedidas a los diarios italianos «Corriere della Sera» y «Avvenire» ha explicado que este Papa «fue el promotor de la liberación de los judíos del ghetto. En la nocheentre el 17 y el 18 de abril de 1948 ordenó que se tiraran las puertas del ghetto. Abrogó las indignas y humillantes tareas a las que eran obligados los judíos. Declaró que "no eran extranjeros" e hizo patrullar sus calles para protegerles de una revuelta popular que estalló precisamente contra la emancipación del ghetto».

 

Por lo que se refiere al caso de Edgardo Mortara, monseñor Liberati subraya que «lo que nadie quiere recordar nunca es que, una vez que se hizo adolescente, se le dio la libertad a Edgardo Mortara para regresar a su casa. Permaneció durante un mes con sus padres, pero después decidió quedarse en Roma y hacerse sacerdote. Y cuando ya era sacerdote se reconcilió con sus padres. De hecho, Edgardo Mortara fue uno de los primeros testigos que declararon a favor de la beatificación de Pío IX, deponiendo en el proceso canónico».

Quienes critican a Pío IX afirman que era autoritario y que iba contra el progreso. Monseñor Liberati responde que «Pío IX non estaba contra el progreso, es más demostró en el gobierno de los Estados Pontificios apertura y valentía. Un ejemplo: a él se debe la construcción de algunas importantes líneas ferroviarias del centro de Italia»

Por lo que se refiere a la cuestión de la pérdida del poder temporal de los Papas, Pío IX no se preocupaba por perder el poder, sino por el hecho de que la Iglesia quedara a la merced de un Estado. «Se oponía a la política que fuera de Italia --por ejemplo, México y Portugal-- perseguía a la Iglesia y la encerraba en el silencio».

Los Padres de la Iglesia Los padres de la iglesia
Respuestas Catolicas Inmediatas Respuestas catolicas inmediatas