Nota Previa: el autor es un ex-testigo de Jehová, que por la gracia de Dios abrazó la fe católica. Mientras se preparaba a recibir el Bautismo y volverse así una "nueva creatura", escribió el presente artículo a un amigo suyo, que también se estaba preparando para tan gran evento. Agradecemos a Carlos su colaboración, que es particularmente útil para conocer la profunda realidad del sacramento.
Tradujeron las hermanas "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará" Sts. Peter and Paul, Brooklyn, NY
Católicos y protestantes coinciden en que para salvarse, tienen que "volver a nacer". El mismo Jesús lo dijo: "En verdad, en verdad te digo: el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios" (Jn 3,3). Pero no todos entienden del mismo modo esta frase "nacer de nuevo".
Audiencia General de los Miércoles
5 de Julio 2000
1. El apóstol Pablo, en la Carta a los Romanos, replantea con estupor un
oráculo del libro de Isaías (cf. 65, 1), en el que Dios llega a decir por
boca del profeta. «Me encontraron los que no me buscaban; me manifesté a
quienes no preguntaban por mí» (Romanos 10, 20). Pues bien, después de
haber contemplado en las catequesis precedentes la gloria de la Trinidad en
el cosmos y en la historia, queremos emprender ahora un itinerario interior
a través de los caminos misteriosos por los que Dios sale al encuentro del
hombre, para hacerle partícipe de su vida y de su gloria. Dios, de hecho,
ama a la criatura plasmada a su imagen y, como el pastor atento de la
parábola (cf. Lucas 15, 4-7), no se cansa de buscarla, incluso cuando se
muestra indiferente o fastidiada por la luz divina, como la oveja que se ha
separado de la grey y se ha perdido en lugares agrestes y llenos de riesgos.
Invítanos a predicar tu grupo, movimiento, parroquia o diócesis
Cursos, Conferencias, Congresos, Retiros