ROMA, 25 en (ZENIT).- «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?», preguntaba Josef Stalin a quien le informaba sobre el «poder» de la Santa Sede en el mundo. Décadas después, la historia es testigo de cómo se han disuelto como a la nieve en verano los totalitarismos de derechas e izquierdas mientras la Iglesia católica, fundada únicamente el Evangelio, continúa predicando su mensaje de amor universal. Ofrecemos a continuación un examen conjunto de esta «legión» de creyentes que entre 1995 y 1997 superaron los mil millones. Más de la mitad (el 63%) viven en América, especialmente en la Hispana.
Asia
En Asia, viven dos terceras partes de la humanidad, sin embargo en este continente Cristo sigue siendo para muchos un desconocido. A pesar de esta realidad, Juan Pablo II, como confesó en su último viaje a la India, está convencido de que Asia será el continente donde más se difundirá el Evangelio en el tercer milenio.
Dos terceras partes de los católicos asiáticos viven en Filipinas, donde son la mayoría (de los 70 millones, el 84% son católicos). El futuro de los creyentes en este continente depende en buena parte de la libertad religiosa. Corea del Sur, sin embargo, es el país con el mayor número de conversiones de todo el mundo: unos 150 mil bautismos cada año. Se ha convertido en el cuarto país por número de católicos de Asia, tras Filipinas, India y Vietnam.
Timor Oriental es un enclave católico en las afueras del país musulmán más grande del planeta, Indonesia. En los demás países, los católicos son una exigua minoría: China 0,1%, India 1,75%, Indonesia 2,5,8%, Japón 0,35%, Paquistán 0,66%, Bangladesh 0,18%.
América
América ha superado y con diferencia a Europa y se ha convertido en el primer continente católico por número de fieles. Ocho de cada diez latinoamericanos están bautizados. Brasil, con 161 millones de habitantes (88% católicos), es el país católico más grande del mundo. Le sigue México, con 95 millones de personas, de las cuales el 94% son católicos.
En el subcontinente latinoamericano durante este siglo, los católicos han tenido que sufrir la marginación o incluso la persecución de la masonería o de corrientes anticlericales, sobre todo en México y Uruguay. Más recientemente se dieron divisiones internas dentro de la Iglesia a causa de ciertas influencias marxistas. Ahora, sin embargo, la comunidad católica en los países de América Latina se encuentra mucho más unida y vive un gran dinamismo. El importante avance de las sectas, si bien no deja de ser en algunos casos llamativo, se revela algo superficial: buena parte de las personas que entran a las sectas, salen después de varios años.
En Estados Unidos, los católicos están creciendo y no sólo a causa de la inmigración latinoamericana. Actualmente 60 millones, casi el 25% de la población son católicos.
África
En el continente africano, los católicos son el 15% de la población. Si tenemos en cuenta los países con más de un millón de habitantes, las principales comunidades católicas se encuentran en Angola (54%), República Democrática del Congo (52%), Uganda (40%), Congo (42%) Burundi (59%) Ruanda (44%), Gabón (55%), Guinea Ecuatorial (76%). De estos ocho países, cinco sufren las terribles consecuencias de la guerra civil.
El ejército del Papa
A escala mundial, el número de los sacerdotes del mundo ha pasado de 420.971, en 1978, a 404.208, en 1997. En los últimos veinte años, se ha experimentado una disminución de 16.763 unidades.
Ahora bien, este bajón cambia según los continentes. En África y Asia, está aumentando el número de los sacerdotes; en América, permanece estable; mientras que el gran bajón ha tenido lugar en Europa occidental y Oceanía. Crece sin embargo en Europa del Este.
El crecimiento más grande del número de sacerdotes tiene lugar en África, donde se ha pasado de los 16.926 curas de 1978 a los 25.279 de 1997. Un crecimiento de un 49,35%. Un aumento parecido se vive en Asia, donde se ha pasado de los 27.700 sacerdotes de 1978 a los 40.441 de 1997 --un aumento del 46%--. En América, en 1978, había 120.271 sacerdotes, mientras que su número era ligeramente inferior en 1997, 120.013. En Oceanía ha bajado el número de los ministros ordenados, pasando de 5.576 en 1978 a 5077 en 1997. El gran bajón ha tenido lugar en Europa, que en 1978 contaba con 250.498 sacerdotes y en 1997 con 213.398. Un descenso del 14,81%.
La crisis del viejo continente tiene dos caras. En los países tradicionalmente católicos es más grave. Es el caso de Italia (-13,84%), España (-16,61%), Portugal (-17,37%), Bélgica (-35,51%) y Francia (-32,70%). Sin embargo, el crecimiento de las vocaciones en el Este de Europa es en algunos casos impresionante, como en Bielorrusia (+586,49%), Polonia (+36,57%), Rumanía (+85,96%), Ucrania (+121%).
Por el contrario, sigue aumentando decididamente el número de los obispos. Entre 1979 y 1997 han sido nombrados 2.061 nuevos prelados. A nivel mundial, en 1978, eran 3.714, mientras que en 1997 ese número alcanzaba los 4.420. África ha pasado de tener 432 obispos en 1978 a 562 en 1997. En Asia, se pasó en ese mismo período de 519 prelados a 617; en América, de 1416 a 1659; en Oceanía de 94 a 118; en Europa de 1253 a 1464.
Ha disminuido también el número de los hombres que han abandonado elsacerdocio. Entre 1978 y 1997 el total fue de 21.850 defecciones. La mayoría se encontraban en Europa, con 9.699 casos de abandono del ministerio sacerdotal. Le sigue de cerca América con 8.472. En el resto de los continentes este número es de 1.489 en África, 1.735 en Asia, y 455 en Oceanía. El año en que más sacerdotes abandonaron el ministerio fue 1973, con 4.222 defecciones en todo el mundo.
Ahora bien, la principal causa de la disminución de sacerdotes no es el abandono del ministerio, sino la falta de recambio generacional. Entre 1978 y 1997 fallecieron 144.437 sacerdotes. De este modo, el envejecimiento se ha convertido en el gran desafío de los sacerdotes. La edad media en 1995 era de 54,6 años, y la de los obispos de 66,49, en 1997.
El crecimiento del número de diáconos es realmente impresionante. En 1978, había 5.562 diáconos permanentes, mientras que en 1997 pasaron a ser 24.407. Se trata de un fenómeno prácticamente occidental, pues prácticamente no hay diáconos permanentes en los países del Este de Europa o en los llamados «en vías de desarrollo».
Universalización de la Curia
El proceso de internacionalización de la Curia, comenzado con Pío XII, y momentáneamente frenado con Juan XXIII, recibió un impulso decisivo en tiempos de Pablo VI y ha recibido un empujón importante por Juan Pablo II.
Juan Pablo II es el Papa que ha creado más cardenales en toda la historia de la Iglesia. Ha nombrado a 157; mientras que el Papa León XIII había creado a 147 y Pablo VI a 144. Con Juan Pablo II se ha alcanzado también el récord de los países representados al Colegio cardenalicio, 60 (50 si se tiene en cuenta tan sólo de los cardenales que votan). Pío XII creó 56 cardenales de los cuales 36 eran europeos (3l 64%) y sólo 14 italianos (el 25%); Juan XXIII fue el más eurocéntrico con 52 cardenales de los cuales eran 37 europeos (71%) y 22 italianos (24%).
Con Pablo VI y Juan Pablo II la internacionalización del colegio ha dado pasos gigantescos. De los 144 cardenales que creó el Papa Montini tan sólo 38 eran italianos. El Papa Wojtyla ha creado tan sólo 37 de 157.
Actualmente el grupo italiano del Colegio cardenalicio ha alcanzado su mínimo histórico. De los 106 votantes, tan sólo 17 son italianos (el 16 por ciento). Al inicio del siglo, los italianos eran el 61% del colegio de los cardenales. Perdieron la mayoría con Pío XII y quedaron reducidos a una tercera parte con Montini; ahora su número es inferior al 20 por ciento. La única hegemonía conservada por los italianos es la de los cardenales que no votan, 20 de 47.
Por lo que se refiere a la Curia al inicio del siglo el personal que trabaja en el Vaticano era en su mayoría italiano. La Santa Sede parecía una reserva italiana. Ahora, sin embargo, el número de los italianos se está reduciendo mucho. Con el nombramiento de monseñor Zenon Grocholewski en la guía de la Congregación para la Educación Católica, que acaba de sustituir al cardenal Pio Laghi, los italianos en la cumbre de los organismos vaticanos, la Secretaría de Estado más las nueve congregaciones, son sólo dos: el cardenal Angelo Sodano y el cardenal Achille Silvestrini.
En 1961 los nuncios apostólicos eran el 83%; mientras que en 1994 descendió al 55%.
En 1960 sólo una de las congregaciones vaticanas era dirigida por un no italiano. Este cambio tan radical ha creado las condiciones para que en el Vaticano corra un chiste. «¿Internacionalizar la Curia romana? Buena idea. Habrá que nombrar a algún italiano».
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